espacios de exhibición

Lo que se busca es usar los espacios formales de galerías para atraer buena parte de  la producción artística y cultural de Iquitos y difundirla en la población. Existe una coyuntura positiva pues muchos jóvenes vienen formando una red de artistas y comunicadores activos.

Reino Monera es un programa semanal de entrevistas sobre cultura y tecnología que se produce y emite por internet desde Arequipa (Perú) todos los domingos a las 7 p.m.

Es una galería comercial en un edificio antiguo del centro de Asunción, que tiene varias salas de exhibiciones en las que presentan muestras de arte contemporáneo paraguayo y latinoamericano. Un bar con un escenario donde tocan bandas en vivo y proyectan visuales.

Es una iniciativa independiente que se desarrolló en 2003. Sin embargo, la investigación se remonta hacia los inicios del uso de la imagen en movimiento como herramienta de expresión artística en el Ecuador, esto es el año 1979.

Formado originalmente en artes plásticas, se inclinó finalmente por las artes sonoras.

Chimbalab surgió como un espacio de experimentación creativa con baja tecnología en un barrio periférico de la ciudad de Santiago.

El programa Arte y Tecnología de la Fundación Telefónica en Argentina está basado en la Ciudad de Buenos Aires en el Espacio Fundación Telefónica, un edificio propio. Constituye un fuerte foco en la articulación de proyectos en arte, ciencia y tecnología. Tienen tres programas centrales.

El Museo de Imagen y Sonido de Sao Paulo fue creado en la década del setenta y tiene una historia muy importante vinculada a los festivales audiovisuales, de cine y del área de música.

Esta fundación tiene dos centros de exhibición de obras de arte y tecnología en la ciudad de Río de Janeiro, uno en la ciudad de Belo Horizonte. El ingreso a todos los centros y exhibiciones es libre y gratuito. La sede principal está en Flamengo, en el centro de la ciudad de Río.

ALMANAQUE AZUL.ORG es una guía en línea creada para fomentar el turismo sustentable en las playas y costas de Panamá. El proyecto tiene por premisas la convicción de que las playas son y deben seguir siendo de uso público, y que el turismo debe beneficiar a las comunidades locales.